A un negocio familiar con casi diez años de trayectoria también le viene bien una inyección de financiamiento al estilo Üin.
El azar como oportunidad
Siempre cercano al negocio restaurantero, Héctor Flores comenzó a producir arrollados primavera por una casualidad de la vida. Cuando el proveedor de un local de comida china dejó de entregar las famosas masas rellenas, Flores, que prestaba servicios como diseñador, y su esposa, María Pérez, decidieron tomar el desafío.
Sin mucha más experiencia que la de cocinar en su propia casa, fundaron hace ya nueve años una fábrica de masas, su primera incursión gastronómica dedicada a elaborar productos orientales y nacionales. Pero cuando el negocio no fue rentable, y se vieron obligados a cerrar, el espíritu emprendedor del matrimonio Flores Pérez, no les permitió rendirse.
Luego de adquirir experiencia, volvieron a intentarlo con “Empanadas y coctelería El Bosque”, ubicada en la comuna homónima del sector sur de la capital. Esta marca abastece hoy a restaurantes reconocidos como Los Buenos Muchachos, y además les dio la oportunidad de expandir el giro del negocio al punto que desde hace algún tiempo están desarrollando y produciendo su propia línea de alimentos veganos: YesGreen.
Y aunque es cierto que no contaba con experiencia como chef, Héctor fue criado entre los sabores y aromas de la cocinería de su abuela, por lo que siempre sintió especial cercanía con el rubro alimenticio. Cuando fue tiempo de ejercer su carrera de diseñador, lo enfocó a lo gastronómico y se dedicó a crear cartas y a fotografiar y decorar platos.
Un nuevo reto: la inflación
A casi una década de abandonar esa línea de trabajo para dedicarse en un 100% a su emprendimiento, Héctor Flores busca que su negocio siga creciendo. Y a pesar de ser una pyme consolidada con años de experiencia, es inevitable enfrentarse a dificultades que escapan de su control como proveedor de productos. Hoy por hoy es la inflación.
El fenómeno financiero que encarece los precios de productos y servicios afecta con particular fuerza a los emprendedores, sobre todo a los que dedican su quehacer a la fabricación y distribución de alimentos.
La harina y la carne, materiales esenciales para su negocio, aumentan de precio con cada día que pasa, por eso se vuelve prioridad abastecerse de ellos. En ese punto es donde entra a jugar Üin que, a través de un préstamo con tasas justas, le permite al matrimonio Flores Pérez, invertir en materia prima para su negocio sin temor al endeudamiento prolongado.
“Üin me lo presentó un amigo. Al principio estaba escéptico, porque nosotros siempre nos hemos rascado con nuestras propias uñas, pero él me dijo que a otras pequeñas empresas les había resultado. Nosotros somos muy ordenados con el dinero, entonces cuando llega una inyección financiera nos permite invertir”, comenta Flores, y agrega: “Üin es cercano, práctico, fácil y efectivo”.
Qué se ve en el horizonte
De aquí en adelante, el matrimonio Flores Pérez busca, además de invertir en materiales para seguir fabricando sus productos, renovar maquinaria antigua y continuar su alianza con Üin. “Con mi esposa siempre hemos tenido proyectos de crecer, no a una gran velocidad, pero sí hacerlo. Y se ha ido dando. Los balances anuales nos demuestran que hemos crecido, y Üin es la oportunidad de seguir haciéndolo”, comenta Héctor.
Su carácter, que define como busquilla, lo obliga a estar en permanente movimiento y sondeando nuevas maneras de emprender, lo que lo hace querer probar suerte en sectores y públicos nuevos. “No hay que parar, hay que ser creativo y meterse en mercados que no están explorados”, dice, y asegura que es posible emprender con éxito en Chile.